Cuando, hace ahora algo menos de año y medio (ahora que lo tengo en casa tampoco me parece tanto el retraso), me decidí a apoyar el proyecto ARCO no tenía ninguna necesidad de otro molino más y si, a pesar de ello, lo hice, fue por unas razones que a muchos les podrían parecer poco sensatas (puede que a mí también):
- Me traía recuerdos de una idea mía pero tomada mucho más en serio por los colegas de Goat Story
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- Me parecía un proyecto original y, por lo tanto, digno de apoyo
- No era caro comparado con los precios de mercado de otros molinos manuales teóricamente equiparables.
- Por las razones expuestas al principio, no tenía ninguna prisa por tenerlo.
- Tengo cierta simpatía por el país de origen del proyecto. He pasado dos vacaciones de verano en Eslovenia y me encanta.
Ahora, después de un tiempo durante el cual he comprado un molino más y he regalado otro, me ha llegado por fin el ARCO.
Todo esto viene a cuento porque se trata de un molino que, en principio, voy a utilizar poco, que por comodidad y prestaciones no creo que sea mejor que los dos eléctricos que utilizo habitualmente y que, si la calidad de molienda me parece adecuada, sustituiría a mi actual molino manual. Todo eso, en definitiva, me permite dar una opinión no demasiado condicionada.
Aun así, trataré de hacer una revisión desde un punto de vista puramente técnico y funcional, evitando voluntariamente hacer valoraciones sobre resultado en taza u otras apreciaciones difícilmente medibles.
Desembalaje
El molino, como es lógico, viene muy bien protegido y al abrirlo da una sensación de que tenemos entre manos algo muy pensado y cuidado. Primero aparece el manual de instrucciones, por cierto, y contraviniendo las normas de la UE, solo en inglés; no sé por qué la mayoría de los fabricantes piensan que todos los aficionados al café saben inglés.
Luego está el bloqueador para desmotar las muelas
Y por fin el molino, con los dos módulos principales separados.
Los materiales, mayoritariamente aleación de aluminio con un recubrimiento superficial del tipo resicoat o similar, se ven muy robustos y prometen ser muy duraderos. En mano noto el conjunto más pesado de lo que esperaba, más de 3 kilos, lo que aparentemente le da una buena estabilidad.
En las cámaras interiores noto un olor desagradable de piezas recién mecanizadas. El colector de café molido lo he limpiado, siguiendo las instrucciones, con agua jabonosa y ya no huele pero la cámara de molienda sigue oliendo algo. Como no tengo café suficientemente malo como para pasarlo para eliminar olores y no quiero utilizar limpiadores no autorizados, de momento lo dejo sin limpiar (y sin utilizar).
Como primer punto negativo, en las instrucciones figura que la garantía es de un año cuando todos los productos comprados en la UE están protegidos por dos años. Supongo que el año solo aplicaría a los países no UE.
Continuará
Entre aconsejar bien y aconsejar mal hay un honrado término medio: no dar consejos