tocateclas escribió: ↑24 Dic 2018, 13:47
Pues parece que el turno de justificaciones queda sin uso, el que sí se ha abierto de forma inesperada ha sido el de los aplausos, enhorabuena!
Hablando más en serio, el café de la foto no me parece demasiado apetecible, pero no sé si esa y otras fotos son una señal tan clara del inevitable y estruendoso declive del "café de especialidad" en España. Es lo que podría pensar quien pasara por aquí y leyera unas líneas de este hilo, sería difícil pensar otra cosa aún considerando algún ejemplo de buenos cafés (que también los ha habido). Leo esto y tengo la sensación de que, si quiero tomar un buen espresso, la única solución sería emigrar.
Jajaja. No, de España no. Aunque algunos piensen que todo lo que no sea Madrid es periferia, yo no lo creo así. De hecho, el título de la peli hace mención, única y exclusivamente, a Madrid: "Rise and fall of the third wave in Madrid" y estaba en modo pregunta. Aunque he llegado a viajar hasta Pozuelo, lo que me encontré allí no me gustó por lo que la emigración no es la solución.
Boconó lo conocí hace pocos meses y, siguiendo mi costumbre de no criticar los nuevos negocios cafeteros sin darles una segunda oportunidad, no conté lo que entonces me pareció: una expendeduría más de wifi y tostas para guiris en un rincón para guiris: "Cascoro" Square. Los baristas, unos venezolanos muy agradables, hacen lo que pueden pero el café, al menos el espresso, no es su mejor virtud. Para dos o tres que hacen a la semana, les vale. Los precios, tampoco.
Tengo unos cuantos casos más de horrorosos cafés bajo el paraguas de la palabra Specialty pero, por la razón que contaba arriba, no los menciono. Alguien con un poco de curiosidad se podría enterar fácilmente de cuáles son.
Sin embargo, la inmensa mayoría de las opiniones que he dado en este hilo son positivas, con posibles baches por otra parte comprensibles, y hay algún compañero que las comparte. No saqué yo el tema de la calva, aunque lo confirmé (ya me he enterado que los asiáticos de Hanso están allí después de las 12), ni de la mala atención en Misión, que yo no he sentido, y he procurado dar mi opinión que en absoluto es negativa.
Acabo de ver en maps que la cafetería "especial" más cercana a mi domicilio la tengo a 4,5 km de distancia. No es como para ir todas las tardes después de comer. No es oro todo lo que tiene color de pollito.
Más lejos aún me quedan, de momento, unos cuantos a los que poder ir a llorar mis penas.
Veremos con qué se encuentran y qué siguen opinando los que vienen de otros lugares.

Entre aconsejar bien y aconsejar mal hay un honrado término medio: no dar consejos