- 29 Dic 2017, 15:41
#6387
Normalmente, cuando levantas la palanca, el émbolo se llena de agua, y dejas la palanca levantada unos segundos (pre-infusión). Después bajas la palanca para comenzar la extracción. Por lo tanto, el volumen de agua que hay debajo del émbolo es constante. Si haces expresos sencillos, normalmente no hay que bajar la palanca hasta el final, sino que se para un poco antes (también depende de la cantidad de café que pongas en el porta). Y si quieres un doble más largo de lo normal, puedes bajar hasta que se cierra la válvula de entrada de agua y volver a levantar para llenar con más agua después de la pre-infusión (creo que eso se llama técnica Fellini).
De todas formas, yo estoy en el parvulario con esta máquina. Espero mejorar poco a poco y contaros las experiencias. Por ahora, lo que más me gusta de la máquina es:
- Calienta muy rápido, comparado con la Vibiemme (15 min vs 30 min)
- Calidad de construcción. Impecablemente construída, con muy pocas cosas que puedan requerir mantenimiento (aparte de las juntas, como todas).
- Simplicidad, ausencia de ruidos y vibraciones, etc. Es un placer hacer un café con esa máquina.
- Conexión. Es difícil de explicar, pero el café no depende de la presión de una bomba, sino de tu brazo, y puedes tener un control más directo. No se trata de apretar un botón, sino que te implicas más en el proceso. Posiblemente a muchas personas no les guste, pero es un aspecto gratificante . Y por eso prefiero estas a las máquinas con muelle.
- Buena potencia para cremar la leche (sin esperas, no como las de caldera única).
- Diseño exterior: me parece que está más logrado que el de la mayoría de las máquinas expreso domésticas. En cierto modo es atemporal, como muchos buenos diseños (la prueba es que no han cambiado el diseño en 50 años).
Con todo, el precio que piden por una nueva tiene poca justificación, en mi opinión. Por 3.500 euros se encuentran máquinas muy interesantes, con un montón de funciones útiles para preparar buenos cafés. Eso sí, posiblemente no durarán 50 años...
Saludos
No, no hace falta. Si se acaba el agua, sólo hay que lberar la presión de la caldera (por ejemplo con la lanza de vapor) hasta que pueda abrirse la caldera sin riesgo, y se rellena con un embudo. Como medida adicional de seguridad, la rosca del cierre superior tiene una ranura, de manera que si intentas abrirla y hay presión en la caldera, hace ruido para avisarte.
En las de palanca manual, no sabes qué presión exacta estás haciendo, sólo "a ojo". Es decir, sabes si estás apolicando más o menos fuerza. La fuerza que aplicas es proporcional a la presión. Algunos ponen un manómetro que mide la presión dentro de la cámara del grupo, pero yo no lo tengo y me parece que estropea la estética de la máquina.Victor escribió: ↑29 Dic 2017, 13:54Esta interesante. La club es como las que he visto en la calle, bajas la palanca para cargar el muelle y ella sola hace la extracción. La otra es como la Europiccola. En la palanca manual como se sabe que presión se está haciendo? Y cuando levantas la palanca para que se llene la cámara del émbolo como sabes cuánto tarda en llenarse? Y como sabes cuánto llenar para hacer un sencillo o un doble?
Normalmente, cuando levantas la palanca, el émbolo se llena de agua, y dejas la palanca levantada unos segundos (pre-infusión). Después bajas la palanca para comenzar la extracción. Por lo tanto, el volumen de agua que hay debajo del émbolo es constante. Si haces expresos sencillos, normalmente no hay que bajar la palanca hasta el final, sino que se para un poco antes (también depende de la cantidad de café que pongas en el porta). Y si quieres un doble más largo de lo normal, puedes bajar hasta que se cierra la válvula de entrada de agua y volver a levantar para llenar con más agua después de la pre-infusión (creo que eso se llama técnica Fellini).
De todas formas, yo estoy en el parvulario con esta máquina. Espero mejorar poco a poco y contaros las experiencias. Por ahora, lo que más me gusta de la máquina es:
- Calienta muy rápido, comparado con la Vibiemme (15 min vs 30 min)
- Calidad de construcción. Impecablemente construída, con muy pocas cosas que puedan requerir mantenimiento (aparte de las juntas, como todas).
- Simplicidad, ausencia de ruidos y vibraciones, etc. Es un placer hacer un café con esa máquina.
- Conexión. Es difícil de explicar, pero el café no depende de la presión de una bomba, sino de tu brazo, y puedes tener un control más directo. No se trata de apretar un botón, sino que te implicas más en el proceso. Posiblemente a muchas personas no les guste, pero es un aspecto gratificante . Y por eso prefiero estas a las máquinas con muelle.
- Buena potencia para cremar la leche (sin esperas, no como las de caldera única).
- Diseño exterior: me parece que está más logrado que el de la mayoría de las máquinas expreso domésticas. En cierto modo es atemporal, como muchos buenos diseños (la prueba es que no han cambiado el diseño en 50 años).
Con todo, el precio que piden por una nueva tiene poca justificación, en mi opinión. Por 3.500 euros se encuentran máquinas muy interesantes, con un montón de funciones útiles para preparar buenos cafés. Eso sí, posiblemente no durarán 50 años...
Saludos