Desconozco qué es lo que buscaba el usuario que me preguntaba por mis “tentaciones”, y seguiremos sin saberlo porque lanzó su pregunta y no volvió a entrar, por lo que no llegó a leer tu post ni el mío, y seguramente nos quedaremos sin saberlo, pero dudo mucho que estuviera interesado en conocer el potencial de mejora de una máquina con respecto a otra.
En cualquier caso, y ya que nos hemos salido del tema del hilo, no me gustaría dejar pasar la ocasión de decirte que no tomes UNA opinión como si fuese la verdad absoluta, y menos aún que la amplifiques sin haberla contrastado, porque puede confundir a otros usuarios.
Lo que marca la diferencia entre una cafetera de entrada y una superior es la calidad de los materiales y la estabilidad. A medida que aumentan estos, los precios suelen ser más caros. Y cuando entran otros factores como, por ejemplo, la marca, son mucho más caros.
La Kottea, por construcción, tiene unas limitaciones importantes en cuanto a estabilidad térmica. Todo lo que garantice un incremento de esa estabilidad se traducirá automáticamente en una mejora en el resultado en taza. Siempre y cuando se utilice un buen café y un molino acorde a la cafetera. Por ejemplo, si utilizas una Kees van der Westen y un café de batalla molido en un Fellow Opus, seguramente no esté mucho mejor que si lo preparas en una Dedica. Más aún si, en ambos casos, lo enmascaras con añadidos, lácteos o no.
Un ejemplo sencillo para que se entienda. Si con una cafetera de entrada, de cada cien cafés, se pueden obtener, digamos, 60 aceptables, 20 buenos, 19 malos y 1 muy bueno, a medida que aumente la inversión, la repetitividad se desplazará hacia arriba. ¿Y se nota? Claro que se nota.
El domingo estuve en casa de un amigo que pasó de una Dedica a una ECM Puristika y abundaba en ese argumento: el porcentaje de cafés buenos o muy buenos en una con respecto a la otra se disparó.
¿Quiere eso decir que la mejoría del resultado en taza se va a notar significativamente entre una Kottea y una Gaggia Classic? Ahí tengo mis dudas porque no he usado ninguna de las dos. Se notará, seguro, pero teniendo en cuenta las características un tanto limitadas de la Gaggia, puede que no demasiado.
Entre aconsejar bien y aconsejar mal hay un honrado término medio: no dar consejos