- 29 Mar 2018, 14:19
#8974
¿Cuántos cafés se pueden tomar en esa cafetería con lo que valen nuestros equipos y con casi 50 €/Kg que nos estamos acostumbrando a pagar? Ya nos hemos preguntado en otro hilo si los raros podríamos ser nosotros. Yo creo que sí. Somos raros cuando pagamos por una cafetera mucho más del doble de lo que sería lógico pagar (al final son cuatro hierros y unas piezas muy baratas); lo somos cuando compramos un molino que no existe o cuando nos gusta un café porque no sabe a café.
Debo decir que yo nunca he tomado un café en esa cafetería pero he entrado con alguna frecuencia en esa y otras cadenas americanas porque, en Europa, es la mejor opción para poder mear gratis. Como soy muy observador, me he fijado que no hay demasiada diferencia entre el usuario medio de Starbucks y el de, por ejemplo, Toma Café y que el producto final consumido (por formatos, añadidos, etc.), calidades aparte, tampoco difiere mucho de un sitio a otro. ¿No será postureo también?
Creo, por lo que he leído, que los precios de Starbucks son caros pero los más habituales en “las otras” cafeterías de especialidad rondan los 2€ por un espresso.
¿Venden humo? Venden lo que alguien está dispuesto a comprar y, por lo que se ve, son muchos los que lo hacen. ¿Por qué lo hacen? Porque los expertos en marketing de esas compañías, que son muy buenos, les crean una necesidad, como a nosotros nos crean otras; de eso se salvan muy poquitos. Se llama marketing aspiracional y consiste en “ayudar” a cruzar unas barreras, reales o ficticias, de tipo económico, geográfico, de estatus, etc.
Así, el que ni ha estado ni estará nunca en Nueva York, se conforma pagando un café y soñando que lo está. Si no puedes comprarte una Slayer nos compramos una ECM y nos parece barata. Los hay que disfrutan sintiéndose tratados como marqueses en una tienda de Nespresso, aunque en Suiza venden las cápsulas en gasolineras, o los que compran productos tecnológicos de una determinada marca, simplemente porque son caros.
Ayer, en Bratislava, dos personas iban a entrar en la Konditorai Kormuth a tomar café y tarta, 3,90€ el espresso y a partir de 5€ la porción de tarta. En la puerta, una especie de portero de discoteca interrogaba sobre lo que ibas a consumir y, según le pareciese a él, dejaba entrar o no.
Tal vez la razón por la que hay muchos Starbucks por el mundo y solo un Kormuth sea una diferencia de enfoque aspiracional.
Además, en Starbucks, por el precio de un café, aunque sea caro, estás caliente en invierno y fresquito en verano sin darle un palo a la factura de la luz, y conectarte a internet sin tener que pagar a tu compañía telefónica.
No sé si me contratarán los expertos de marketing de la compañía.
Módeno escribió: ↑28 Mar 2018, 09:15Esto sí que es vender humo nivel dios
http://www.elcomercio.es/oviedo/horas-c ... 20-nt.html
Txatxoduque escribió: ↑28 Mar 2018, 09:27Buff madre mia. Ademas como son baratos los cafés.... Por lo que vale un cafe te comes un menu diarioMódeno escribió:Esto sí que es vender humo nivel dios
http://www.elcomercio.es/oviedo/horas-c ... 20-nt.html
¿Me meto o no me meto? Me metí.contra escribió: ↑28 Mar 2018, 11:35Puto postureo. Como dice txatxo.... Por lo que vale un café casi te compras un paquete de un sinceMódeno escribió:Esto sí que es vender humo nivel dios
http://www.elcomercio.es/oviedo/horas-c ... 20-nt.html
¿Cuántos cafés se pueden tomar en esa cafetería con lo que valen nuestros equipos y con casi 50 €/Kg que nos estamos acostumbrando a pagar? Ya nos hemos preguntado en otro hilo si los raros podríamos ser nosotros. Yo creo que sí. Somos raros cuando pagamos por una cafetera mucho más del doble de lo que sería lógico pagar (al final son cuatro hierros y unas piezas muy baratas); lo somos cuando compramos un molino que no existe o cuando nos gusta un café porque no sabe a café.
Debo decir que yo nunca he tomado un café en esa cafetería pero he entrado con alguna frecuencia en esa y otras cadenas americanas porque, en Europa, es la mejor opción para poder mear gratis. Como soy muy observador, me he fijado que no hay demasiada diferencia entre el usuario medio de Starbucks y el de, por ejemplo, Toma Café y que el producto final consumido (por formatos, añadidos, etc.), calidades aparte, tampoco difiere mucho de un sitio a otro. ¿No será postureo también?
Creo, por lo que he leído, que los precios de Starbucks son caros pero los más habituales en “las otras” cafeterías de especialidad rondan los 2€ por un espresso.
¿Venden humo? Venden lo que alguien está dispuesto a comprar y, por lo que se ve, son muchos los que lo hacen. ¿Por qué lo hacen? Porque los expertos en marketing de esas compañías, que son muy buenos, les crean una necesidad, como a nosotros nos crean otras; de eso se salvan muy poquitos. Se llama marketing aspiracional y consiste en “ayudar” a cruzar unas barreras, reales o ficticias, de tipo económico, geográfico, de estatus, etc.
Así, el que ni ha estado ni estará nunca en Nueva York, se conforma pagando un café y soñando que lo está. Si no puedes comprarte una Slayer nos compramos una ECM y nos parece barata. Los hay que disfrutan sintiéndose tratados como marqueses en una tienda de Nespresso, aunque en Suiza venden las cápsulas en gasolineras, o los que compran productos tecnológicos de una determinada marca, simplemente porque son caros.
Ayer, en Bratislava, dos personas iban a entrar en la Konditorai Kormuth a tomar café y tarta, 3,90€ el espresso y a partir de 5€ la porción de tarta. En la puerta, una especie de portero de discoteca interrogaba sobre lo que ibas a consumir y, según le pareciese a él, dejaba entrar o no.
Tal vez la razón por la que hay muchos Starbucks por el mundo y solo un Kormuth sea una diferencia de enfoque aspiracional.
Además, en Starbucks, por el precio de un café, aunque sea caro, estás caliente en invierno y fresquito en verano sin darle un palo a la factura de la luz, y conectarte a internet sin tener que pagar a tu compañía telefónica.
No sé si me contratarán los expertos de marketing de la compañía.
Entre aconsejar bien y aconsejar mal hay un honrado término medio: no dar consejos