tocateclas escribió:El Edu escribió: ↑29 May 2019, 10:07
dandan escribió: ↑29 May 2019, 01:35
Insisto. 1.5 gr. Que mundo este del espresso.
A veces me pregunto qué hubiera ocurrido si le hubiera permitido una segunda oportunidad a algún café que no me gustó. Salvo con uno de infausto recuerdo con el que gasté medio kilo haciendo pruebas sin conseguir nada de nada, con muchos me he limitado a hacer los tres o cuatro cambios de rigor para concluir que no me gusta y, en el mejor de los casos, lo he terminado en el punto en que menos me disgustaba.
Lo mismo me pregunto con cafés que enseguida me salen suficientemente buenos como para evitar seguir explorando hasta encontrar el punto óptimo, que seguro que no es al que yo he llegado. ¿Qué hubiera conseguido con 1 gramos más o menos?¿Qué si hubiera bajado o subido un par de grados?¿Y con otro ratio?
¡Qué mundo este del espresso! Si me quisiera poner transcendental diría que no se diferencia mucho de lo que hacemos con las decisiones que afectan a nuestras vidas
Eso es cierto, hay que pensar en los que no nos gustaron pero también en los que podrían habernos gustado más. Para mí el problema a la hora de hacer estos "experimentos" buscando mejoras siempre fue el ajuste del molino. Cerrar o abrir molido en un molino con tolva implica purgar mucho café. Siempre fui maniático con esto de las cargas y nunca me gustó ajustar ratio-tiempo añadiendo o quitando gramos al porta a pesar de la necesidad de purgar, pero ganas de experimentos, o posibilidad de hacerlos sin gastar medio cuarto de café, no he tenido hasta que comencé a moler por dosis.
El Edu escribió: ↑29 May 2019, 10:07
dandan escribió: ↑29 May 2019, 01:35
Insisto. 1.5 gr. Que mundo este del espresso.
A veces me pregunto qué hubiera ocurrido si le hubiera permitido una segunda oportunidad a algún café que no me gustó. Salvo con uno de infausto recuerdo con el que gasté medio kilo haciendo pruebas sin conseguir nada de nada, con muchos me he limitado a hacer los tres o cuatro cambios de rigor para concluir que no me gusta y, en el mejor de los casos, lo he terminado en el punto en que menos me disgustaba.
Lo mismo me pregunto con cafés que enseguida me salen suficientemente buenos como para evitar seguir explorando hasta encontrar el punto óptimo, que seguro que no es al que yo he llegado. ¿Qué hubiera conseguido con 1 gramos más o menos?¿Qué si hubiera bajado o subido un par de grados?¿Y con otro ratio?
¡Qué mundo este del espresso! Si me quisiera poner transcendental diría que no se diferencia mucho de lo que hacemos con las decisiones que afectan a nuestras vidas
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Estas mismas cosas pensaba ayer cuando escribí lo del Trinci. En aquellos cafés que no me gustaron y sobre todo, cuanto potencial podrían tener los que si me gustan.
En línea con lo que comenta @tocateclas, a mi también me limitaba mucho antes todo el café que se iba en ajustes para modificar parámetros. Porque incluso con molinos de fácil ajuste (el atom lo es) para ir jugando con ratios y tiempos se iba bastante café.
Y así, una vez que ajustaba en el rango no me daban ganas de muchas pruebas (de hecho muchas veces, un café extraordinario terminaba siendo complicado y se me iban varios cafés hasta ajustar). Siempre mire con sana envidia al barista en ese sentido, por cuanto, con tantos cafés que va tirando en el día puede ir probando distintas variantes hasta dar con una receta afilada o mejorar la que tiene (y ni hablar que mientras prueba la mayoría saldrán con leche y no será un café perdido)
Por eso, coincido con @tocateclas en que el moler dosis única facilita mucho el proba, ajustar y cambiar.