Arranco el día siempre con filtradito (no me agrada el espresso al levantarme y rara vez tomo leche) .
Últimamente tomo una taza con el desayuno y otro sale conmigo en un vaso térmico, para tomar en el trabajo -en el único momento que dejo el mate de lado

- a media mañana o después del mediodía, depende como venga la rutina.
Cuando llego a casa por la tardecita usualmente tomo un espresso (siempre los tomo dobles) con la merienda / antes de hacer un poco de ejercicio si es que toca, y otro después de comer (ceno tarde jeje).
Los fines de semana se suman seguramente algunos espresso más, o un filtrado de trasnoche si pinto ver alguna peli o serie, o por la tarde para acompañar alguna lectura, etc. Ahí ya varía mucho en función de lo que este en casa.
Duermo como un bebé bueno y si estoy lejos del café lo "extraño" pero no tengo problemas. En cambio sin el mate si sufro horrores y es casi imposible un día sin el, se me hacen tan largos como esperanza de pobre.
Saludos!