Lejos de ciertos circuitos, las vacaciones de verano pueden llegar a ser muy duras para un cafetero poco previsor, pero la rentrée el último fin de semana de agosto, a la espera de un pedido que no llegará hasta el martes y con casi todo cerrado, se convierte en un drama si no tienes ni un solo grano de café en la despensa (los restos del Delta los dejé a propósito junto a una SA).
Y eso es lo que me ha pasado, por lo que no me queda más remedio que coger la Nimbus 2021 Hybrid e irme al club del gourmet de unos conocidos almacenes. Allí, habitualmente tienen algún café de una marca muy Horeca reconvertida, otros con la marca del propio club (sin aclarar nada más) y unos cuantos de El Magnífico. Me decido por estos últimos y me pongo a mirar fechas de consumo preferente y hacer la resta, ya sabemos que la fecha de tueste no la ponen. ¡Sorpresa!, hay unos cuantos, todos los blend del 75 aniversario y algún Kenia que no la tienen marcada ni puesta la pegatina adhesiva habitual con ese y otros datos obligatorios. Aviso a la responsable y los retira de la estantería.
Ya hemos visto por aquí algunos errores graves de marcaje y hemos buscado comprensivas disculpas porque somos muy bondadosos, pero la legislación alimentaria es de obligado cumplimiento y la Calidad abarca toda la cadena, incluido el marcaje. A ver si a estas alturas va a pasar lo que al herrero de Mazariegos que, a fuerza de golpes, olvidó el oficio.
El café que me llevé está buenísimo. ¿Síndrome de abstinencia de buen espresso?

Entre aconsejar bien y aconsejar mal hay un honrado término medio: no dar consejos