Buenas tardes, tras una pequeña escapada a Italia, en la región de Turín, me he reconciliado, y de que manera, con los cafés italianos

. He disfrutado de cada espresso y ristretto, no he bebido ni uno que no fuera por lo menos un 7 sobre 10. En la zona de Turín y alrededores se encontraban sobre todo cafe Vergnano, Costadoro ( el más flojo de los que probé) , Illy se podía encontrar aunque no lo probé, Lavazza, tampoco lo probé, y luego diferentes tostadores que no conozco ni recuerdo pero realmente buenos, poco robusta en las mezclas o directamente 100 % arábica y un sabor a cacao y una crema viscosa era la seña de identidad de la mayoría de cafés.
Me he traído café del sitio que más me gustó y que tenía más diversidad de cafés en grano para comprar Caffe Ponchione, cafés, chocolates, dulces, un sitio tremendamente agradable y exclusivo en el que los cafés como en casi todos los locales de la zona es a 1 euro... , llegando a pagar incluso por un espresso 90 centimos... me pregunto que habremos hecho mal en Madrid para tener que pagar 1,50 euros por veneno mal tirado o 2 euros por un café de "especialidad" . El caso es que me alegro de haber vuelto a los orígenes que me enamoraron del café, sin tanta receta, tanto ratio, tantos tuestes complicados de sacar, tener que cargar 20 gramos para que salga algo medio decente... ahora vuelvo a disfrutar de tomarme un espresso que me sabe a gloria y ni pongo el cronómetro ni peso la extracción , veo lo que sale y a ojo lo paro, la vuelta a los inicios, al final he acabado dando la vuelta a todo el proceso cada vez más complicado y de de alguna manera impuesto por la moda de los cafés de especialidad para volver a la " sencillez" de un espresso italiano.
Un saludo

“Beber un espresso constituye una experiencia estética, al igual que probar un vino añejo o admirar una pintura. Es una búsqueda por la belleza y el bien que mejorarán la calidad de nuestras vidas."