- 20 Nov 2024, 10:39
#72527
Pasaron por aquí, desde el 2014: un Eureka Mignon, una Bezzera Unica, un Fiorenzato, un Niche y una Vesuvius. Desde principios de este 2024, mi rincón espresso es este:
DF64V con muelas DLC (las básicas de origen) y una Marzocco Linea Micra. Siempre se dice que el molino es lo más importante y no lo niego, no hay espresso sin un molino mínimamente competente. Y cuanto mejor sea el molino, mejor será el espresso y más flexibilidad tendrás para escoger cómo quieres prepararlo. Pero… ojo con la cafetera. Cada grupo, cada sistema, dará una calidad y un perfil de espresso diferentes. Con esta cafetera, tan sencilla en apariencia y mucho menos configurable que la Vesuvius que he usado estos últimos años, tienes un rango muchísimo más amplio para ajustar un espresso. Tenía ganas, ya antes de comprar la Vesuvius, de probar algo distinto al E61 y lo cierto es que no podría estar más contento.
El panorama para los que hacemos espresso en casa ha cambiado una barbaridad estos últimos 10 años. Lo que antes era imposible o, por lo menos, carísimo, hoy es más asequible. Se pasó de utilizar molinos gigantescos de hostelería reconvertidos a monodosis a disponer de una oferta adaptada a nuestras necesidades después de la irrupción del Niche. Con las cafeteras ha ocurrido algo similar, cada vez hay más grupos diferentes, cafeteras con un tiempo de calentamiento mucho más rápido, con un consumo de agua menor, con un tamaño más contenido. Para mí fue la Dalla Corte Mini (no Mina) la que marcó un punto de inflexión. Después llegó la revolución Decent… Sigue sin ser barato pero ya no necesitas hacer una inversión enorme ni convertir la cocina en un bar para disfrutar del espresso.
El molino con algo más de detalle:
El fuelle es feo, pero feo feo. Pero bueno, también es eficaz, jaja
DF64V con muelas DLC (las básicas de origen) y una Marzocco Linea Micra. Siempre se dice que el molino es lo más importante y no lo niego, no hay espresso sin un molino mínimamente competente. Y cuanto mejor sea el molino, mejor será el espresso y más flexibilidad tendrás para escoger cómo quieres prepararlo. Pero… ojo con la cafetera. Cada grupo, cada sistema, dará una calidad y un perfil de espresso diferentes. Con esta cafetera, tan sencilla en apariencia y mucho menos configurable que la Vesuvius que he usado estos últimos años, tienes un rango muchísimo más amplio para ajustar un espresso. Tenía ganas, ya antes de comprar la Vesuvius, de probar algo distinto al E61 y lo cierto es que no podría estar más contento.
El panorama para los que hacemos espresso en casa ha cambiado una barbaridad estos últimos 10 años. Lo que antes era imposible o, por lo menos, carísimo, hoy es más asequible. Se pasó de utilizar molinos gigantescos de hostelería reconvertidos a monodosis a disponer de una oferta adaptada a nuestras necesidades después de la irrupción del Niche. Con las cafeteras ha ocurrido algo similar, cada vez hay más grupos diferentes, cafeteras con un tiempo de calentamiento mucho más rápido, con un consumo de agua menor, con un tamaño más contenido. Para mí fue la Dalla Corte Mini (no Mina) la que marcó un punto de inflexión. Después llegó la revolución Decent… Sigue sin ser barato pero ya no necesitas hacer una inversión enorme ni convertir la cocina en un bar para disfrutar del espresso.
El molino con algo más de detalle:
El fuelle es feo, pero feo feo. Pero bueno, también es eficaz, jaja