- 06 Jul 2018, 10:14
#11540
Tengo que aceptar tu planteamiento sobre los intangibles, por supuesto, pero eso nos llevaría a pensar que deben ser mucho más caros los cafés más valorados, por ejemplo, por la prensa internacional especializada, los más laureados, los más "experimentados", etc. Nos llevaría a pensar que los cafés de tostadores con muchísimos años de "oficio", como Trinci o Frasi, o premiados internacionalmente, como Gardelli o Benson, o servido en los mejores restaurantes del mundo, como Lady Cafè o Giamaica, serían los más caros y, sin embargo, no es así.
El marketing sí aprovecha nuestras carencias e inseguridades para hacernos creer que, si compramos una marca determinada, somos los dueños del mundo. Por eso, una de las marcas que citas, hace creer a sus clientes que, comprando un producto discreto y pagándolo caro, les van a admirar en el metro (alguno nos han metido el suyo hasta en el café) . Otros, nos comparan con George Cluny para darnos café mediocre a precio de Geisha.
Este factor sí que infla la burbuja porque nos venden aire y somos tan necios que lo llamamos calidad.
En el caso de restaurantes tipo Diverxo, Mugaritz, etc, lo que te venden no es comida, es una experiencia gastronómica, un juego, que te puede gustar o no pero que, en cualquier caso, el precio viene dado por muchos factores externos a la materia prima: creatividad, imposibilidad de “vivirlo” en otro sitio, ratio de empleados comensales, etc.
En la comparación de los dos cafés de los que hablábamos (viene muy bien porque pocas veces podemos hacerlo con cafés del mismo lote), aparte de gustos y de estéticas, tenemos el mismo grano, tostado por personas a las que, con perdón, no se les conoce un pedigrí particularmente notable, ni una experiencia de décadas, ni, que yo sepa, un estudio mucho más allá del normal, y una comercialización nada extraordinaria. Con todo eso, no veo justificación ninguna para esa diferencia de precio.
Dacia y Audi no tienen una sola pieza en común, al contrario que los dos cafés comparados.
contra escribió: ↑06 Jul 2018, 09:03@el_edu, estoy de acuerdo en casi todo tu razonamiento, lo que pasa que esos precios de los que hablas serían comparando características "brutas". Comparando las características brutas de un dacia vs audi (es un ejemplo, no digo que "hola" sea audi ni cafetenango dacia)
Falta algo en lo que planteas y es el valor intangible de la marca; el conocimiento y estudio que hay detrás de cada tostador, reconocimientos, etc.
Y por otro lado, el marketing.
-Alguien pagaría 15€/kg de un café gardelli vendido al peso en bolsas de papel?
-Debe cobrar gardelli lo mismo que un tostador de barrio por el mismo café empaquetado de la misma manera?
Porque iphone es 2 veces más caro que Samsung ? No es 2 veces mejor, es valor de marca y marketing.
Otro ejemplo muy claro, el restaurante diverxo. Seguro que los productos son los mismos que los de otro restaurante 5 veces más barato. La diferencia? Valor intangible y marketing...... En este caso, nunca iré a diverxo, no pagaría ese sobreprecio.
(Ojo, no defiendo la "burbuja" del café)
Tengo que aceptar tu planteamiento sobre los intangibles, por supuesto, pero eso nos llevaría a pensar que deben ser mucho más caros los cafés más valorados, por ejemplo, por la prensa internacional especializada, los más laureados, los más "experimentados", etc. Nos llevaría a pensar que los cafés de tostadores con muchísimos años de "oficio", como Trinci o Frasi, o premiados internacionalmente, como Gardelli o Benson, o servido en los mejores restaurantes del mundo, como Lady Cafè o Giamaica, serían los más caros y, sin embargo, no es así.
El marketing sí aprovecha nuestras carencias e inseguridades para hacernos creer que, si compramos una marca determinada, somos los dueños del mundo. Por eso, una de las marcas que citas, hace creer a sus clientes que, comprando un producto discreto y pagándolo caro, les van a admirar en el metro (alguno nos han metido el suyo hasta en el café) . Otros, nos comparan con George Cluny para darnos café mediocre a precio de Geisha.
Este factor sí que infla la burbuja porque nos venden aire y somos tan necios que lo llamamos calidad.
En el caso de restaurantes tipo Diverxo, Mugaritz, etc, lo que te venden no es comida, es una experiencia gastronómica, un juego, que te puede gustar o no pero que, en cualquier caso, el precio viene dado por muchos factores externos a la materia prima: creatividad, imposibilidad de “vivirlo” en otro sitio, ratio de empleados comensales, etc.
En la comparación de los dos cafés de los que hablábamos (viene muy bien porque pocas veces podemos hacerlo con cafés del mismo lote), aparte de gustos y de estéticas, tenemos el mismo grano, tostado por personas a las que, con perdón, no se les conoce un pedigrí particularmente notable, ni una experiencia de décadas, ni, que yo sepa, un estudio mucho más allá del normal, y una comercialización nada extraordinaria. Con todo eso, no veo justificación ninguna para esa diferencia de precio.
Dacia y Audi no tienen una sola pieza en común, al contrario que los dos cafés comparados.
Entre aconsejar bien y aconsejar mal hay un honrado término medio: no dar consejos