- 30 Abr 2017, 16:02
#935
Abrí hace un par de días este paquete que me trajeron de Girona:
La presentación, como podéis ver, está muy cuidada, en la línea de tostadores como Puchero o Square Mile. El precio, 10€ los 250 gramos.
Se trata de un café lavado, de las variedades Castillo y Caturra (no especifica porcentajes) y cultivado a 1.800 metros de altitud.
El aroma del grano al abrir el paquete es muy potente y agradable. Cacao y fruta. El tueste es muy homogéneo y el grano presenta una superficie mate y rugosa. Molido, el aroma se hace todavía más intenso.
Partí del mismo grado de molido que tenía para el Fazenda Rahina de Mokaflor y apenas tuve que corregir. He utilizado 18 gramos con un ratio de 1:2 en 30 segundos con el PID a 93º. Está muy bueno y no he movido nada más, pero creo que se podría alargar tranquilamente unos pocos gramos más.
Es un café con muchísimo cuerpo y con una crema muy fina y persistente. La textura es realmente agradable, sobresaliente. Según las notas de cata, frutos rojos, caramelo y chocolate. Para mí el sabor predominante es el caramelo. Muy predominante y claramente definido. La acidez es muy agradable, frutal, me recuerda un poco a esas notas de cereza del Cuevitas de D'Origen pero mucho menos brillante. Ni rastro de amargor o astringencia. Sorprendentemente equilibrado para tratarse de un origen. El postgusto muy dulce y bastante duradero, chocolate. Con leche funciona muy muy bien, dando mejores cappuccinos que muchos blends.
Me están gustando mucho estos cafés de Colombia. La verdad es que éste llegó por casualidad, fue el que tenían para espresso en ese momento. Después del Finca Hebrón y de éste, pasarán por casa muchos más.
Y ahora vendrá @contra con aquello de "ya te dije que el Laderas del Tapia era de tirada limitada, no sabes lo que te perdiste". Tal vez no sepa lo que me perdí, pero creo que me estoy haciendo ya una idea.
La presentación, como podéis ver, está muy cuidada, en la línea de tostadores como Puchero o Square Mile. El precio, 10€ los 250 gramos.
Se trata de un café lavado, de las variedades Castillo y Caturra (no especifica porcentajes) y cultivado a 1.800 metros de altitud.
El aroma del grano al abrir el paquete es muy potente y agradable. Cacao y fruta. El tueste es muy homogéneo y el grano presenta una superficie mate y rugosa. Molido, el aroma se hace todavía más intenso.
Partí del mismo grado de molido que tenía para el Fazenda Rahina de Mokaflor y apenas tuve que corregir. He utilizado 18 gramos con un ratio de 1:2 en 30 segundos con el PID a 93º. Está muy bueno y no he movido nada más, pero creo que se podría alargar tranquilamente unos pocos gramos más.
Es un café con muchísimo cuerpo y con una crema muy fina y persistente. La textura es realmente agradable, sobresaliente. Según las notas de cata, frutos rojos, caramelo y chocolate. Para mí el sabor predominante es el caramelo. Muy predominante y claramente definido. La acidez es muy agradable, frutal, me recuerda un poco a esas notas de cereza del Cuevitas de D'Origen pero mucho menos brillante. Ni rastro de amargor o astringencia. Sorprendentemente equilibrado para tratarse de un origen. El postgusto muy dulce y bastante duradero, chocolate. Con leche funciona muy muy bien, dando mejores cappuccinos que muchos blends.
Me están gustando mucho estos cafés de Colombia. La verdad es que éste llegó por casualidad, fue el que tenían para espresso en ese momento. Después del Finca Hebrón y de éste, pasarán por casa muchos más.
Y ahora vendrá @contra con aquello de "ya te dije que el Laderas del Tapia era de tirada limitada, no sabes lo que te perdiste". Tal vez no sepa lo que me perdí, pero creo que me estoy haciendo ya una idea.